Visitas:

miércoles, 30 de abril de 2014

Llámame tonta o que simplemente cumplo lo que prometo.

Es querer abrazarte con tanta rabia que te reventaria para luego curarte a besos, son todas esas veces que decido tirar la toalla porque nada, nada me ata a ti y siento que mi lugar en el mundo realmente no está a tu lado. Pero lo peor viene luego, cuándo llegas tú con esa sonrisa jodidamente perfecta como queriendome decir que no puedo odiarte aunque ponga todas las ganas del mundo porque te necesito demasiado. Sí. Necesitar. La gran putada viene cuándo ya no te 'quiero', sino que te 'necesito'. Que el depender de alguien nunca estuvo entre mis planes pero ahora no hay mejor plan que ser completa y ciegamente dependiente de tus tonterías. Es querer besarte hasta el día que me muera y ver correr a nuestros hijos por el comedor, y entre risas contarles que nos reímos de todos aquellos que no apostaron nada por nosotros, contarles que todo nos separaba y que nada era fácil, y que si, hemos cumplido nuestro sueño. Chico, lo fácil aburre y me eres tan difícil que no me voy a cansar de nosotros hasta el día que cierre mis ojos para siempre. Y es que, cada pelea, cada vez que nos veo pendiendo de un hilo, créeme cariño que nos hacemos más fuertes y que nada ni nadie va a conseguir romper lo que no hemos sido capaces de romper nosotros con tantos problemas.