Visitas:

miércoles, 22 de octubre de 2014

Todas mis restas, contigo suman.

Me vuelvo loca buscando la razón por la cuál te quiero tanto, y llego a la conclusión de que tienes todo lo que siempre he necesitado, que haces que nuestra relación tenga un cierto punto de perfección, y aún me cuesta asumir que todo eso no es un sueño cuándo me despierto cada día. Tal vez mis razones sean tus besos, cuándo me besas lento y luego pasas a querer comerme el alma; digamos que cuando te cuento las pecas de la espalda, y antes de acabar ya me estas pidiendo un beso, te quiero un poquito mas. Pensemos que otra razón es cuándo dormimos la siesta juntos y abrazado a mí, noto tu corazón latir, o tu respiración muy, muy cerca. Otra de las razones son tus abrazos y tus 'te quiero mi niña', tus 'te quiero más que a nada' susurrados, ¿Cómo no me voy a enamorar de alguien que me da la vida sólo con mirarme y sonreír? Otra razón es que echo de menos tus manos a los cinco minutos de haberte ido, o que me despierte con tus brazos rodeandome y tu mano en mi culo. Te podría dar miles de razones más, por ejemplo cuándo salgo de la ducha y me besas el agua que me cae por el cuello, cuándo me das tu sudadera y me acurruco en ella como queriendo que formes, aún más, parte de mí, cuándo estamos en mi casa y te veo hablando con mi madre. Nunca había vivido algo tan bonito, y estoy segura de que quiero tener todas estas, y más razones, el resto de mi vida; porque eres lo único que me da fuerzas para seguir cuándo caigo, me perdería sin tus consejos y créeme, no sabría como avanzar sin tus pasos guiándome. Y todo esto lo he escrito, por UNA sola razón: eres lo mejor que me ha pasado en la vida, pasame más.