Y me perdería por las sabanas de tus pestañas. Y por tus sábanas también, que no es lo mismo pero se parece.

Y me perdería por todo tu cuerpo, sin preocuparme de hallar un refugio donde pasar la noche cuando tus ojos dieran el cierre. Porque sí, porque no hay mayor refugio que tus manos, en las cuales dormiría, acurrucada entre tus dedos. Y por la mañana, para desayunar subiría a la llanura de tus labios, y al tú abrir los ojos, sonreiría yo. El Sol habría salido,por fin. Y de paso me tiraría por el precipicio de tu cuello, pero con cuerda, que ya me he muerto muchas veces por esta zona. Y bajaría a tu ombligo, a buscar ahí los monstruos que tanto me han atemorizado desde que no me sonríen tus dientes. ¡Y iríame a bañarme en tus ojos, que como dice Marea, se joda el mar! Y hablando de mareas, no sonrías que las creas y en tu boca no podría bañarme. Aunque eh, mejor pensado, ¿Qué más me da ahogarme, si es en tu saliva? Y después de que tus iris me hicieran el boca a boca, treparía hasta tus costillas, y usarlas de pianos, que la mayor cancion de amor todavía no ha sido escrita. Y yo hoy, me veo inspirada.

¿Orgullo?¿Eso que es?

Me siento tan tonta, tan débil, me siento una gilipollas cada vez que te busco entre mis conversaciones para leer una vez y otra esas frases tan bonitas, cada vez que miro tus fotos y sonrío, tambien me siento bastante retrasada cuando estoy escuchando musica, salta nuestra cancion y me pongo a llorar. O cuando alguien se llama igual que tú y pienso 'Lo unico que tienen igual es el nombre, porque como el no hay dos.' O cuando me parece oir tu voz por la calle, cuando salgo del instituto y a veces te veo a lo lejos, sonriendo, y te acercas y me das dos besos, y maldigo a todo ser viviente por tener que recibir dos besos, y no uno, y  en el lugar equivocado. Yo, la verdad, soy más fría que el puto Invierno, y más dura que una jodida roca, nada me duele, me rio de todo, pero es que desde que te conozco mis lloros han aumentado un noventa por ciento; y eso es por algo. No me jodas. Alguien que no tiene que quedarse conmigo para siempre, no me hace cambiar totalmente mi forma de ser. Quiero decir, las personas no pasan por tu vida como las modas, o al menos las importantes. Las personas prescindibles, llegan, estan un tiempo y se van, y sabes que puedes prescindir de ellas cuando tu sonrisa no depende de su permanencia en tu vida. Pero, las personas imprescindibles.. Ay, en ese grupo estás tú. Las personas imprescindibles se reconocen a un beso de distancia. Son aquellas que llegan en el momento menos esperado, y el lugar menos romantico posible, esas que al principio son una mas, que se quedan en un vida, pero un mal día, desaparecen. No permanentemente, desaparece lo que teníais, eso tan bonito. Pero sabes que es la persona más importante de tu vida, cuando desaparece, pero VUELVE, y no como algo más que amigos, sino como el mejor de todos. Sabes que es la persona más imprescindible de tu jodida y triste vida, cuando solo necesitas un 'fea' suyo, cuando si no te contesta te pones nerviosa, cuando analizas cada palabra que dice, hasta el más mínimo detalle. Resumiendo, mi orgullo hace tiempo que se fue de viaje con 'lo nuestro'. Y qué hijos de puta ambos, eh, que no quieren volver.

Si pensabas que era una más, aquí aclaro tus dudas.

Sólo quería que supieras que, amo la lluvia para verla desde casa y la odio si me moja. (A tí te dejo mojarme, no te preocupes). Que supieras que cuando me enfado con mi pareja, o alguien que me gusta, sólo espero que me abrace y no me tenga en cuenta las gilipolleces que digo; que supieras que si me importas, pongo mis manos en el fuego por tí y no me quemo, que muevo tierra, mar, cielo, e infierno si hace falta. Me gusta el arroz al horno,a la cubana, me gustan las tortitas, las banderillas, los gofres, los helados, pero no me gusta el chocolate. Soy la tonta que va de dura, y de 'no tengo sentimientos' pero cuando alguien le entra, y se enamora, pierde el culo aunque pasen del suyo. A mí costará mucho enamorarme, pero si lo consigues, te llevas el premio gordo. Soy de las que te pintan nuestra fecha, o nuestro nombre con grafitti en la puerta de tu casa, soy de las que te llaman a las tres de la mañana para decirte que echa de menos oír tu voz, soy de las que verían películas de miedo solamente para pasarla toda abrazada a tí. Solo, quería que supieras, que soy de esas que aparte de ser tu chica, es tu amiga; que conmigo puedes llorar, que te seco las lágrimas a besos, cielo. Y también reírte, que conmigo no pararías, y si haces mucho ruído al reírte, te silencio con un beso, ¿Te parece?¿Te gustan los masajes? Porque con los míos te duermes. ¿Te gustan los conciertos? Vámonos a uno de R.A.P, o de Melendi, y acompáñame luego a casa,a las dos de la mañana, hasta mi portal y dame tantos besos como veces me hallas echado de menos. Que supieras, que conmigo puedes estar como con un tío más, entenderé si te vas con tus amigos, si estás mal por algo, porque, ¿De qué sirve una pareja si no tiene libertad, ni confianza? Pero también es importante que sepas, que conmigo puedes pasar los mejores ratos de tu vida, solo quiero que sepas, que si estuviéramos juntos, no pasaría un puto día sin tenerte cerca. 'Me da igual pegarme un pateo de media hora si te voy a ver cinco minutos.' ¿Te acuerdas de esa jodida frase? Porque, solo quería que lo supieras: A mí se me quedó grabada.

Y bueno, la soledad que tenemos es la que merecemos, al fin y al cabo.

Qué raras sois las personas normales, joder. Primero, buscáis a alguien perfecto, o que al menos, lo sea para vosotros; hacéis lo imposible por tenerle a vuestro lado, y todo va perfecto. Te quiere, le quieres. Pero, empiezan los malos momentos y las peleas tontas, que suelen acabar con el cigarrito de después de echar un polvo. Pero os cansáis. Y claro, eso de decir las cosas claras no os va, no va con vosotros, le esquiváis, evitáis, y es cuando os replanteáis que cojones visteis en él o ella, si ya no saltan chispas cuando os miráis. Y todo se rompe. Tenéis lo que queríais, libertad, soledad ¿No? Bien. Ahora un sentimiento de victoria y de felicidad recorre cada parte de vuestro cuerpo, pero será a la tercera o cuarta semana cuando empezaréis a echarle de menos. A pensar, 'Joder, si lo tenía todo, y ahora estoy vacía'. Y lo peor, es que tú querías que fuera así. Os torturáis, porque él o ella, ya está un poco mejor, ya no le veis triste por tí; es más, hasta le veis sonriendo con sus amigos algún día, de reojo. Y esa es la etapa en la que os arrepentís, la etapa en la que todo se te viene encima y sólo deseáis que vuestro mundo, vuelva a ser vuestro, para dejar de ser mundo y volver a llamarle 'cariño.'Y por éso os odio, personas normales, porque yo..Yo es que aún soy peor. Porque vosotros,  tenéis la soledad. Pero, ¿Y cuándo no encuentras término suficientemente triste como para describir tu estado de ánimo?

'Que me hablen de ti y respirar al revés.'

No poder evitar al oír tu nombre, sudar hacia dentro, respirar al revés, andar hacia atrás, hablar en otro idioma, llorar de alegría, reír de tristeza, mirar el suelo y pensar 'Me matas por dentro, y sonrío por fuera, eres como la morfina, chico.' Cuando dicen nuestro número, es un fluír de escalofríos cálidos, de pestañeos lentos, sonidos mudos, palabras silenciosas, tropezar y no caer, elevarme, es como caerme hacia arriba, ver a ciegas, morder con la lengua, besar con la mirada y lamer con los dientes. Cuando paso por ese banco, como que en mi tripa nacen murciélagos, ya no mariposas; que cruzo los semáforos en rojo, ya no me quedo esperando por si apareces tú en la acera de enfrente y me sonríes; sueño despierta, despierto dormida, fumo alegre y bromeo triste. 

 Es todo tu culpa. Me descolocas. Me haces ir al revés, coño.

                                                                                                                                                                Lo que daría por tenerte en el mío.

'Y a mí no me dolía sólo su nombre, me dolía todo lo suyo, empezando por su risa y terminando por su culo'.

Y yo, que era una cabrona. La más cabrona de todas, acabé enamorada hasta las trancas de otro cabrón. Yo, que jugaba con todos los tíos, acabé siendo el juguete de uno. Y sí, estoy podrida de dolor por dentro, pero si éstas son las consecuencias de conocerte, estaría varias eternidades pasando por aquella plaza. Prefiero sentir éste dolor eternamente que besar otros labios un segundo. Creo que a éste estado de pena se le podría llamar 'amor'. Yo, que les hacía llorar a ellos, acabé creando varios océanos por un golfo. Y así fué como la golfa se cansó de jugar y pasó a llorar. Y qué triste que esa sea yo. Que sea yo la de las ojeras grises, a juego con la mirada. Pena de mí.

Me prometí a mí misma que no te echaría de menos...

¿Qué es él? Es poesía, pero también dolor. ¿Y qué hago yo cuándo el amor de mi vida, me hace llorar hasta el punto de no querer vivirla? Que joder, me dueles más que un bombardeo en Pakistán. Me dueles tanto como saltar al vacío y caer sobre un colchón de fakir. Y sí, por tí me clavaría hasta el último pincho. No creas que esto es palabrería, porque cuando quieras te enseño mis nudillos, - y hay otra parte de mi cuerpo a juego con ellos-. Pero, escúchame atento, que si por fuera estoy llena de heridas, imagínate mi interior. Imagina como estoy si la única forma que tengo de recordar tu sonrisa es mirar tus fotos. Y daría hasta mi religión por oír tu voz pronunciando mis tres letras.

Te voy a recordar siempre, pero por el tiempo que estoy perdiendo.

Es triste sabes. Que te escribo cada día diez líneas, -o más-, y lloro cien lágrimas por línea. Que cuándo recuerdo tus besos solo me hundo en el agujero más hondo existente. ¿Sabes qué, amor? En Agosto me diste la vida, y en Octubre me la rompiste. ¿No lo entiendes? Dame solo un día y te juro que no querrás otros susurros que no sean los míos. Que te haré cosquillas, -que tienes muchas, lo sé- en sitios de tu cuerpo que ni tú conoces; te besaré hasta que se me desgasten los labios, y así los tuyos puedan curarlos. Que te abrazaré tan fuerte que nos haremos uno y que te cuidaré más que a mí misma. Te prometo un 'buenos días, dormilón', todas las mañanas a las doce, aunque esté en clase. Que te escucharé y te haré ver que contar tus problemas no es malo si yo te los soluciono, nene. ¿Sabes lo que es un infinito? Yo no te prometo eso, está muy visto. Te prometo demostrarte todas las noches que eres mío. Que somos y seremos nuestros. Y que de amor se puede morir, pero el verdadero resucita a cualquiera.

Viniste de gratis, y me saliste muy caro.

Él. Me dolía. Me escocía, me rompía día a día. Él. Simplemente era como una espina que se te clava en la mano; a cada movimiento duele, pero te da miedo sacarla y que te rompa aún más su extracción. Que le quería sacar de mi vida, porque a cada paso que él daba, yo retrocedía veintisiete, pero prefería tenerle ahí clavado - y tenerle, que doliera todo lo que quisiera-, a no tenerle y que me doliera más su ausencia. Y, no lo sé, quizás ésta gran hostia me enseñe a apreciar más lo que tengo, a pensar que 'todo' se puede volver 'nada' en un pestañeo, y que el dolor no entiende de edades. O quizás no. Quizás vuelva a tener a otro como él en mi vida y le deje -también- ir. Y volverán las noches de rayadas sin sentido. Quizás sea el miedo a ser querida, lo que me abruma. Él, ¿Sabéis? Me enseñó a querer sin ver a alguien, y es del todo posible. Tan posible, que me enamoré de él al sentir sus labios sobre mis mejillas el primer día que le ví. Y bueno, él ha sido lo más bonito, él era amor, sentimiento..Pero también era dolor, agobio, mentiras, ¿Y qué pasa  cuando lo malo gana a lo bueno? Que se pierden todas los momentos buenos por uno malo, y te sale tan caro como la misma felicidad.

Créeme que lo sé.

Sé lo que es, pelear con las personas que te quieren, solo por una persona que no lo hace. Sé lo que es despertarme con la almohada llena de rímel corrido, con media cara negra y los ojos hinchados, y rojos, como si me acabara de fumar uno verde. Sé lo que es, estar en mi casa, leer tus tuits y bajarme con mi Lucky Strike al parque de mi barrio, sentarme en un banco y que pasen las horas; ver a parejas besándose, ver a abuelitos cogidos de la mano, a niños saltando y jugando...Y todos felices. Y es entonces cuando me replanteo qué cojones hago con quince años y llorando en un parque, sola y fumando en vez de estar con mis amigas riéndome de tí porque no me valoras. Sé lo que es, que cada día que se cumple un mes más desde aquel Agosto, quedarme en la cama, mirando al techo y pensando en tí, en nosotros; o ir a clase, y que todos mis amigos tengan que estar conmigo en el recreo abrazándome mientras lloro, haciéndome reír. Sé lo que es, llegar a un punto de exasperación, de agobio, de impotencia, de saber que ella te besa y te tiene y yo no, en el cual recurría al dolor externo para paliar el interior. Y no mejoraba, eh. No servía de nada si tú no estabas ahí para besarme las heridas.  Sé lo que es llamarte cada noche, que descuelgues y no responder, sólo llorar y llorar, y colgar y seguir llorando. No sé si tú lo sabrás, pero yo sé que con solo oír tu voz, se me alegraba la noche, el día, la mañana, la tarde..en fin, la vida, chico. Sé lo que es perder muchas oportunidades, dejarlas pasar porque soy incapaz de besar a otro cerrando los ojos y creyendo que eres tú. Y si lo he hecho fué porque me dijeron que te olvidaría, y aquí me ves. 
Y esto, no lo hago para producirte pena, ni chantaje emocional, sólo para que te des cuenta de lo que estoy yo pasando por tí, y recapacites sobre si otras lo harían. No, estoy segura de que no te dedicarían ni un cuarto de frases que yo, ni te harían un Blog solo para tí,¡Pero qué más da si yo soy la tonta que lo hace, y me quieres como amiga! Las demás habrían renunciado a estar contigo en el segundo mes. Pero, esque tú ya sabes que yo no soy como las otras, tío.

Perdón.

En serio, eh, lo siento muchísimo, no sabes cuánto siento no ser la chica que esperabas. Siento no haber cubierto todas tus expectativas, esas que tenías sobre mí tan favorecedoras. Siento haberte querido más que a mi propio ser, pero aún siento más seguir haciéndolo; siento haber sido la gilipollas que te hacía reír por la calle,  de la que tal vez, te avergonzaras. Siento, que cuando me abrazaras o me besaras notaras que se te paraba el mundo, siento que hallas derramado una sola lágrima por mí, mis manías, mis defectos, mi sonrisa... Siento haber sido una celosa, porque tus manos no podían rodear otro cuerpo que no fuera el mío, no podías sonreír a otros ojos que no fueran los míos, tan marrones, tan normales, tan..Tan yo. Hablando de ojos, siento también no tenerlos verdes, como tu novia, siento tenerlos marrones. Siento no ser yo, la que te alegrara el día con un beso en la mejilla, o en la boca, o en el ombligo, o en el hombro. Que ya que beso, que sea todo,¿No? Me arrepiento mucho de no haberte dejado conocerme tal cual soy, porque hay muchas cosas de mí que no sabes. Apuesto a que no sabías que siento no haber cumplido las promesas que te hice, que también siento cada minuto, cada segundo, cada milésima de segundo que te ignoré, que no te contesté al instante al móvil. Siento que me tuvieras que llamar llorando y que no lo valorara, siento no poder haber compartido mas sonrisas contigo, y porqué no, una cama. Que puestos a compartir, compartiría mi oxígeno contigo si te hiciera falta, compartiría mi alegrías, contigo, te las daría íntegras, sin una pizca de dolor. Que tú de eso ya sabes bastante. Pero yo ahí te cojo la revancha, que lo que he llorado yo por tí, no lo ha llovido en mil años en Valencia.

Un mensaje suyo de buenos días. Recuerdos. Lloros.

Vas al estanco y compras un paquete de eso que tú utilizas para tranquilizarte. Sí, eso éso que pone en la caja que mata, y lo acompañan de una foto asquerosa. ¿Acaso no sabéis lo que mata amar, y no fumar? 

Que me mato los pulmones, porque total, el corazón ya está enterrado. Por un órgano menos..
Recuerdo cuando me decías que no fumara, que me moriría antes; y fíjate, que ahora por tu culpa, por no estar aquí contigo, muero día a día, y lo acelero con algo llamado humo. ¿Y qué dicen esos tontos, de la nicotina, que engancha? Si no han probado tu boca, ni tus 'buenos días pequeña', ni siquiera han oído tu voz. Esas tres cosas, le dan mil y una vueltas, a la nicotina.Si no me llena los pulmones tu perfume, tendrá que hacerlo otra sustancia, ¿No? Si no tengo en mis labios los tuyos, me conformo con una boquilla. Y si no sonrío por tu sonrisa, lo haré por la frialdad de ver como cabo mi propia tumba todos los días. Que yo en eso ser fría, siempre he ganado. Quizás por éso a tí, te perdí.

Y el dolor de regalo.

¿Cuándo se torció todo? Es decir, ¿En qué momento hice tanto la gilipollas que decidiste poner puntos suspensivos a un cuento que ya tenía un final asignado? ¿En qué momento decidiste que no querías seguir besándome a mí, ni escuchando mis gilipolleces, que no querías que fuera yo aquella que te susurrara lo típico de ''Tranquilo, todo saldrá bien'' mientras te abrazaba? Te costaría, eh. Lo que sí que no te costó fué olvidarme. Joder, qué fugaz, cariño. Casi tanto como lo nuestro. No, en serio, dime cómo cojones tienes tanta capacidad para olvidarme, que quiero aprender a hacerlo con tanta rapidez que tú.
Y, no sé, cielo, no te echo a tí la culpa, sería que nuestros labios están hechos para pelear, y no para besarse, algo del destino, no teníamos que ser. Y no fuimos. 

Retomando el tema inicial, quiero que me digas porqué decidiste echarlo todo por la borda, cabrón, podría haber sido una pelea más, una de tantas, de esas que acaban con los dos por el suelo besándonos, mientras sonreímos y nos juramos no volver a pelear, -aunque sepamos que mentimos-.