Visitas:

jueves, 20 de junio de 2013

Me prometí a mí misma que no te echaría de menos...


¿Qué es él? Es poesía, pero también dolor. ¿Y qué hago yo cuándo el amor de mi vida, me hace llorar hasta el punto de no querer vivirla? Que joder, me dueles más que un bombardeo en Pakistán. Me dueles tanto como saltar al vacío y caer sobre un colchón de fakir. Y sí, por tí me clavaría hasta el último pincho. No creas que esto es palabrería, porque cuando quieras te enseño mis nudillos, - y hay otra parte de mi cuerpo a juego con ellos-. Pero, escúchame atento, que si por fuera estoy llena de heridas, imagínate mi interior. Imagina como estoy si la única forma que tengo de recordar tu sonrisa es mirar tus fotos. Y daría hasta mi religión por oír tu voz pronunciando mis tres letras.



No hay comentarios:

Publicar un comentario